Sega, gracias por
todas tus horas de entretenimiento
Hoy quería dedicar
esta entrada del blog a la videoconsola que marcó mi infancia con sus juegos
de tamaño cinta de cassette pero en cajas de formato VHS.
Tantas horas delante de una pantalla
cruzando por anillos y rompiendo monitores de pc, aquellas calles donde me peleaba
con punks, mujeres con látigos, rugiendo a los pequeños animales de la sabana y
peleando con hienas, saltando encima de camellos, cruzando por ascuas ardiendo
y plantarle cara a los enemigos con mi espada.
Aquella videoconsola
de color negro, con un botón blanco y una luz roja, que le daba vida a las
manos inquietas de un niño que volaba con las imágenes y nadaba entre melodías
que se reproducían una y otra vez en su cabeza. Poco a poco la destreza se
notaba en sus dedos, combos y saltos imposibles, pasando de niveles y mejorando
por momentos.
Acompañada por la
gran y tan desconocida Sega CD, donde Road Avenger era la película interactiva
que te hacía conducir por infinitos escenarios llenos de obstáculos. Horas y horas entre
mil títulos que dieron horas, días y años de diversión. Desde mundos encantados
a oleadas de ejércitos que me querían ver muerto. Un sinfín de historias por contar
y otros tantos secretos por descubrir.
Road Avenger
Así fue como pasé mi infancia, corriendo
como el mítico Sonic, peleando en Streets of Rage, siendo el Rey León y luchando
como Aladdín.
Gracias por
acompañarme hasta que fui mayor, regalarme historias y momentos únicos.
¡NOS VEMOS EN LA
SIGUIENTE FASE!
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